¿Se pueden cambiar monedas extranjeras en España?

Cambiar monedas extranjeras

Si tras nuestro viaje en el extranjero nos han sobrado billetes en moneda extranjera, no tendremos ningún problema para cambiarlos en España por euros en cualquier banco o casa de cambio, eso sí, siempre que sean de una divisa propia de un país de cierta relevancia económica internacional o que sea de un país de destino turístico relevante para los españoles.

No obstante, ¿qué podemos hacer con las monedas? ¿Nos pueden cambiar monedas físicas del extranjero en algún sitio o solo cambian billetes? La respuesta es muy simple: En España no te van a aceptar monedas extranjeras en ningún establecimiento de cambio de divisas, solamente aceptarán billetes extranjeros.

La única excepción que confirma la regla, es la casa de cambio Global Exchange, que a día de hoy según nuestra información, es la única empresa en todo España que acepta cambio de monedas de una y dos libras esterlinas, siempre que estas sean inglesas. Así pues, por ejemplo, en esta casa de cambio te no aceptarían monedas de Gibraltar, ni de libras distintas a una ni dos libras, ni monedas de cualquier otro país por mucho valor que estas tengan.




Así pues, si tras tu viaje te sobran monedas en divisa extranjera tienes las siguientes opciones:

  1. Cambiarlas a euros antes de volver a España: Los mejores tipos de cambio los encontrarás normalmente en los bancos, aunque es cierto que al no tener mucho tiempo y además, como puede surgir cualquier emergencia hasta el momento de coger el avión y volver a España, es normal que no queramos cambiar lo que nos sobra hasta que no estemos en el aeropuerto con el billete de avión en mano. Allí nos cobrarán un tipo de cambio algo peor, pero al no ser una gran cantidad, tampoco importa mucho francamente.
  2. Gastarlas en algún recuerdo o algo de comer antes de regresar a España: Habitualmente en los aeropuertos hay varias tiendas de recuerdo, así como restaurantes y máquinas expendedoras. Si te sobran monedas, siempre puedes gastarlas para tomar algo o para comprar algún recuerdo de última hora. Obviamente, en los aeropuertos los precios son bastante caros, pero como no vamos a hacer nada con esas monedas y como tampoco suponen mucho dinero, tampoco es que importe mucho pagar algo más caro al comprar.
  3. Dar como propina: Al finalizar tu viaje, durante las últimas horas que permanezcas en tu último lugar de destino extranjero antes de regresar a tu país, puedes aprovechar para deshacerte de todas tus monedas entregándolas como propina a los trabajadores locales que te proporcionen servicios: restaurantes, hoteles, taxistas, etc.
  4. Darlas a algún mendigo al final de tu viaje: Si ya estás en la recta final de tu viaje y te sobran monedas de divisa local distinta al euro, antes de abandonar un área urbana para ir de camino al aeropuerto, puedes deshacerte de estas monedas entregándolas a algún vagabundo que veas por la calle. En la mayoría de centros urbanos del mundo no te costará mucho encontrarte con algunas de estas personas. Para nosotros esta calderilla no tendrá ningún valor, pero ya puedes estar seguro que para el beneficiario le habrás dado la mejor alegría de todo su día.
  5. Meterlas en una hucha de alguna ONG en el aeropuerto: En la mayoría de aeropuertos hay huchas de organizaciones benéficas locales en las cuales puedes depositar tus monedas extranjeras si no sabes qué hacer con ellas. Además de librarte de ellas, estarás ayudando a una buena causa.
  6. Guardarlas de recuerdo: Las monedas pueden ser un buen recuerdo del país que hemos visitado, ya que además de ser algo único del país que hemos visitados, muchas monedas contienen gravados de cierto interés histórico y de cierta estética visual.
  7. Darlas a algún conocido que vaya a visitar el mismo país: Siempre puedes regalar las monedas que te sobren a algún amigo o familiar que sepas que vaya a visitar el mismo país. Para ello, asegúrate de qué estás dando en cuanto a su valor, ya que ciertamente hay monedas de algunos países que pueden llegar a valer cerca de cinco euros mientras que otras no valen apenas céntimos de euro. Por lo tanto, comprueba el valor real de tus monedas, ya que a pesar de poder tener muchas, pueden tener un valor irrisorio y puede resultar hasta ridículo que se las des a alguien.